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jueves, 13 de agosto de 2015

El Capitalismo

Cuando hablamos de capitalismo, nos referimos al sistema socio-económico caracterizado por la propiedad privada de los principales medios de producción y la libertad de los individuos para realizar contratos que regulen sus propios intereses. El Estado no interviene, por lo tanto, el elemento central es el mercado con el fin de que se produzca un intercambio y consumo indirecto.
 Está presente la ley de oferta y la demanda, la cual establece que el mercado regula los precios y las retribuciones. La competencia es la que se encarga de regular la actividad del mercado.
Entre las principales características del capitalismo, se distinguen que predomina el capital sobre el trabajo, y la acumulación de capital es ilimitada. También hay una relación jerárquica entre el empleador y el empleado, que sería lo mismo que decir entre el dueño y el trabajador.
La teoría económica liberal, asegura que la propiedad privada y los intereses personales aseguran un mejor aprovechamiento de recursos.
Debido a que no todos tienen éxito, o algunos acumulan mucho mas capital que otros, se crea una sociedad estratificada, es decir, una sociedad dividida en diferentes clases económicas.
Otras características importantes también del capitalismo son:
  • Libertad de empresa: los dueños del capital tienen libertad para obtener los recursos y transformarlos en mercancías o productos para luego poder venderlos a los consumidores.
  • Competencia: son las empresas que ofrecen el mismo producto. Los consumidores eligen la de que empresa comprar según sus intereses, que principalmente son el precio y la calidad.
  • Liberalismo: es la doctrina política que defiende el sistema capitalista, y evita que el Estado tome el control de la economía, y que el mercado sea el que la maneje.


Para saber los orígenes del capitalismo, debemos volver hasta el siglo XVI. El modo de producción capitalista, surgió de las entrañas del feudalismo, debido a que en esta época, se amplio poco a poco la producción mercantil simple, es decir, la producción de mercancías para el cambio. Dicha producción, se basaba en la propiedad privada de los medios de producción y el trabajo personal. Entre los productores de mercancías se libraba una encarnizada lucha de competencia, que originaba la diferencia entre pobres y ricos en la ciudad y en el campo. Al ampliarse el mercado, los productores mas o menos grandes pasaron a contratar más y mas campesinos y artesanos arruinados. Así fueron plasmando se las relaciones capitalistas en las entrañas del feudalismo. 


La industria, requería si o si la circulación de dinero para el funcionamiento, y así se instalaban fábricas, se compraba materia prima y se pagaban los salarios. La industrialización fue posible gracias a los burgueses que, comercializando, habían logrado acumular mucho capital, el cuál empezaron a invertir en las industrias. La primera fase fue por la libre competencia que se estableció entre las empresas privadas. Después, la tecnología y sus avances hicieron crecer su producción, por lo cuál los bancos otorgaron préstamos a las industrias. A este contacto entre los bancos y las industrias, se lo denominó “capital financiero”, pero incluía solo las grandes industrias para obtener los beneficios, por lo cuál se inició esta concentración industrial o monopolios. Así, fueron desapareciendo las empresas más pequeñas, hasta que unas pocas grandes controlaran todo el mercado.

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